La adopción de un perro es una decisión que no se puede tomar en caliente, toda la familia ha de estar de acuerdo. Desde que soy voluntaria en el Centro de Protección Animal del Ayuntamiento de Madrid, he visto varios casos que después de estar un tiempo en su nuevo hogar, son devueltos, como si no se tratase de un ser vivo, por diferentes causas que no son procedentes en la mayoría de los casos, por no decir otros perros que han sido abandonados nuevamente a su suerte en la vía pública. En serio pensaba que las personas que adoptan un perro, no iban a proceder de esta forma, pero sí, de todo hay. No me voy a extender más sobre esto, porque me pongo muy encendida.
Antes de tomar tan importante decisión nos tenemos que preguntar varias cuestiones como:
• Nuestro nivel de actividad y el del perro que queremos adoptar
• Horas a compartir
• Número de miembros de la familia y edades
• Estrés del entorno
• Tenemos más animales en casa?
Hay muchos perros que dan un cambio grande después de llevar tiempo en el hogar, en un principio la mayoría de ellos estarán muy cohibidos, sobre todo si no han tenido mucho contacto con el humano. Paciencia y no forzar la relación es lo más conveniente.
Es recomendable que pueda familiarizarse con los miembros de su futuro hogar antes de llevarlo a casa, la familia debería de ir unos cuantos días a la protectora, sacarle a pasear, jugar con él, para que el perro cuando llegue a su nuevo hogar tenga unas personas de referencia.
LA LLEGADA A CASA
Dejarlo que explore a su ritmo.
Paseos iniciales no muy largos y más frecuentes, que sean relajados y no excitantes, cercanos al entorno de la casa, deben de ser una buena experiencia para él.
En casa, calma, serenidad y paz. Su sitio de descanso debe de estar fuera de muchos estímulos.
No cargarle de exigencias y órdenes, ni prohibiciones innecesarias.
Establecer rutinas y horarios de paseos y comidas muy claros.
NUNCA regañarle si hace sus necesidades en casa.
Tomarnos unas vacaciones para que se cree vínculo y seamos su referente
Para que el perro esté en condiciones de aprender por sí mismo y establecer un vínculo de confianza es imprescindible que se encuentre en unos niveles de estrés bajos.
Los juegos de olfato les pueden ayudar mucho a liberar el estrés que puedan tener.
Debemos cumplir la función de ser para el perro la referencia, una referencia de calma y seguridad. Pero, muy importante, tenemos que tener presente, que no le llamaremos ni estaremos pendientes de él cuando no nos requiera. Tenemos que evitar una posible ANSIEDAD POR SEPARACIÓN.
ENFATIZAR QUE NO ES UNA DECISIÓN A LA LIGERA NI SE PUEDE TOMAR EN CALIENTE. ES UNA DECISIÓN PARA TODOS LOS AÑOS QUE DURE EL PERRO. NO SERÍA JUSTO QUE SUFRIERA OTRO ABANDONO